Los nombres de los grandes traficantes de la historia son bien conocidos por todos. Nos han llegado todo tipo de barbaridades, hemos visto películas, nos hemos tragado documentales que parecían de ciencia ficción... Y últimamente incluso nos hemos enganchado a alguna que otra serie de dramas criminales. Pero... Y qué hay de los traficantes de cannabis?
No son muchos los narcotraficantes que decidan tratar solamente con marihuana, o a los que ésta no les quede pequeña una vez el negocio empieza a crecer. Sin embargo, también hay celebridades dentro del tráfico de cannabis, tipos que levantaron grandes ejércitos, movieron millones de dólares, vivieron vidas de película, y hallaron la gloria lo mismo que mordieron el polvo. Hoy os traemos nuestro top 5 narcos verdes: narcos, bandas o comunidades que, ya sea por el revuelo que armaron en sus días, por su popularidad, o simplemente porque encontramos algo de épica en sus historias, se han ganado un puesto en nuestro ranking.
Traficantes de Cannabis: Top 5
Howard Marks "MR.NICE"
Como no podía ser de otra forma, nuestro número uno está reservado al más famoso, carismático y reputado traficante de cannabis. Apodado Mr. Nice por su talante pacífico, llegó a controlar el 10% del tráfico mundial de cannabis, y a transportar, por ejemplo, así de una sentada, 30 toneladas de marihuana tailandesa. Hizo negocios con organizaciones que iban desde la IRA a la Yakuza o la Mafia italiana, trabajó para el MI6, colaboró con la CIA...Y, todo ello, según presumía, sin derramar una gota de sangren ni involucrarse, jamás, en el tráfico de drogas duras. Se le calcularon unos 30 millones de dólares de la época en beneficios, además de más de 40 sobrenombres distintos, 80 líneas de teléfono y 25 empresas, entre ellas un banco, con las que blanqueaba dinero alrededor del mundo.
Tras ser detenido en Mallorca en 1988 y cumplir 7 años de los 25 a los que fue condenado, escribió una autobiografía que se vendió como churros y de la cual posteriormente hicieron una película; saltó a los escenarios; recorrió medio mundo con su show cómico; colaboró con el cultivador Shantibaba en Mr. Nice Seed Bank; y formó parte del parlamento del Reino Unido con varios grupos que pedían la legalización del cannabis. Desafortunadamente, falleció víctima de un cáncer en 2016, a los 70 años de edad.
Curiosidades:
Marks fue nombrado Oficial de Entretenimiento cuando estudiaba en Oxford, por lo que era responsable de contratar las bandas de música para el May Ball de fin de año. Así, entró en el negocio de la música. Fue de los primeros en descubrir a grupos como los Kinks, y en esa época incluso compartió porro con Van Morrisson. Entretanto, se dio cuenta de que el equipamiento de las bandas de música no pasaba los controles de los equipajes estándar en los aeropuertos. Y así empezó el contrabando de UK a USA. “Algunas bandas viajaban con tres contenedores de equipamiento”, declaró en una entrevista; “Se puede llevar un montón de droga ahí dentro”.
2.The Brotherhood of Ethernal Love
En los años 60, el pacifismo y el amor calaron fuerte en la sociedad estadounidense. El movimiento hippie lo impregnó todo, hasta el punto que un grupo de delincuentes dejó atrás su violento pasado para abrazar a Dios, el amor fraternal y las drogas. Encabezados por su fundador, John Griggs, y por su gurú, Timothy Leary (un psicólogo entusiasta de la psicodelia), el propósito de la BOEL fue proporcionar al mundo un mayor conocimiento de Dios. Y a Dios se accedía a través de Cristo, Buda, Ramakrishna, Babaji, Paramahansa Yogananda, Gandhi y “todos los profetas y apóstoles de Dios”, además de por el LSD y el cannabis, que eran el medio hacia la espiritualidad. El amor por el cannabis los convirtió en una de las organizaciones de traficantes más grandes del mundo. Su red partía de California y se extendía hacía el sur, pasando por México, Panamá y Colombia; y llegaba hasta oriente: pasando por Turquía, Pakistán, Afganistán, India, Tailandia... De donde exportaban el mejor hachís del mundo y todas esas variedades exóticas de marihuana indica que tanto facilitaban el acceso al trance.
Curiosidades:
¿Sabías que las tablas de surf sobre las que esos jóvenes hippies cabalgaban las olas de la costa oeste, eran las mismas que después empleaban para esconder la droga de contrabando?
Se cree que la película documental Rainbow Bridge (altamente recomendable), estrenada en el 72, fue clave para que la DEA abriera los ojos y se lanzara sobre la organización. En ésta, donde aparecía el mismísimo Jimi Hendrix, se mostraba cómo los miembros de la BOEL consumían cannabis y LSD en cantidades industriales, así como la forma en que llenaban sus tablas de surf y sus furgonetas volkswagen con grandes cantidades de cannabis.
3. Michael "The fox" Forwell
Suministrador de gran parte de la marihuana que llegaba a EEUU durante la década de los 80, Michael Forwell fue tan escurridizo que se ganó el sobrenombre de “The Fox”. Era de nacionalidad inglesa, tuvo una buena educación, rechazaba la violencia... Probablemente no daba el perfil de otros traficantes. Sin embargo, en los 80 tenía un sinfín de sobrenombres, esquivaba a las autoridades y ganaba millones de dólares. The Fox se convirtió en el clásico ejemplo de traficantes que lo tuvo todo: coches rápidos, flamantes lanchas, un club nocturno en Bangkok, propiedades por todo el mundo... Y lo perdió todo. Sus peripecias, la atención a los detalles, y el sinfín de ideas surrealistas con las que lograba introducir cannabis procedente del sudeste asiático, convierten a The Fox en un digno merecedor del 3r puesto de nuestro ránking.
Curiosidades:
En una ocasión, la organización que dirigía Forwell, pretendía contrabandear marihuana desde Singapur. La idea era camuflarla en acuarios. Forwell exigió que los acuarios fueran de vidrio y que los peces fueran reales, lo cual fue un éxito. El cargamento esquivó todos los controles, logrando sacar de Singapur toneladas y toneladas de marihuana.
Llegó a crear un falso equipo de Fórmula Uno, al cual llamó Fast Lane. El chasis del F1 era real, pero el motor, la transmisión y los neumáticos iban cargaditos de droga. Se utilizó para contrabandear entre el sudeste asiático y Australia.
Forwell exigía lealtad. Una vez, sospechó que alguien de la organización estaba desviando dinero. Reunió a la banda y arrojó una caja llena de dinero al mar, al grito de que todo ese dinero no significaba nada comparado con la lealtad que esperaba de sus hombres.
Finalmente, cuando lo detuvieron con las manos en la masa, tripulando un barco que transportaba marihuana cultivada en Camboya y Laos, la policía descubrió en la embarcación asientos huecos rellenos de dólares; además, la parte trasera del barco, que era la mitad del tamaño de un campo de fútbol, estaba atestada de marihuana. Se dice que toda la hierba confiscada fue quemada, y que la cantidad era tal, que la quema duró varios días.
4. La iglesia cristiana copta jamaicana
Sin duda, no podía faltar en este ranking de traficantes cannábicos una de nuestras comunidades favoritas. Esta iglesia, que sigue el rito copto etíope, tiene la particularidad de que guarda una estrecha relación con el movimiento rastafari que floreció en la década de 1970 en Jamaica. Las creencias de los coptos son las típicas de cualquier organización cristiana fundamentalista, pero con una excepción: creen que la marihuana es su sacramento. Es decir, para ellos el cannabis es un signo espiritual que Dios obra en las almas y que es causante de gracia. Es por eso que todos sus miembros, incluido los niños, fuman marihuana a diario.
En 1975, la iglesia se expandió de Jamaica al estado de Florida, a raíz de lo cual se inició una operación masiva de exportación de marihuana. Durante esa década la iglesia se convirtió en el mayor terrateniente de Jamaica y dio trabajo a un alto porcentaje de sus habitantes. La marihuana se convirtió en la principal fuente de ingresos del país, hasta que en 1979 fue acusada, juzgada y condenada como traficantes de marihuana entre Jamaica y Miami.
Curiosidades:
En una entrevista con EEUU, el entonces primer ministro de Jamaica, Edward Seaga, se encogió de hombros y declaró: “Es solo un poco de sinsemilla”.
5. Everglades city
Everglades City es un pequeño pueblo de pescadores de la costa oeste de Florida, que en los 80 no superaba los 500 residentes. Su paisaje, formado por un laberinto de manglares e islas, es el idóneo para grabar escenas de persecución sobre lanchas y, en los 80 fue el lugar ideal para contrabandear millones de dólares en marihuana.
Podría decirse que Everglades ha sido siempre un punto ciego para las autoridades del estado de Florida. A principios del siglo XX se traficaba con animales en peligro de extinción, más tarde, cuando la ley seca, el ron pasó a ser el principal producto de contrabando. Cuando en los 70 el gobierno restringió la caza y la pesca de la zona, principales actividades económicas, una gran parte de sus residentes se vieron “empujados” a traficantes de marihuana. La geografía única, junto con el hecho de que sólo los locales sabían cómo navegar por ella, complicó mucho las cosas a las fuerzas de la autoridad, y las costas de Everglade se convirtieron en el punto de entrada de grandes cantidades de marihuana mexicana y colombiana a EEUU. Finalmente, la DEA desplegó un gran operativo y ejecutó dos grandes incursiones en el 83 y en el 84, que supusieron el fin de la organización.
Curiosidades:
En los 80, la población de Everglade la constituían cinco familias, por lo que casi todos los residentes compartían lazos de sangre. La redada de la DEA, supuso la detención de casi el 80% de la población masculina adulta del lugar.
25 años después y tras haber pasado la cárcel, los ciudadanos de Everglade siguen defendiendo que la marihuana era su sustento y que con ella no hacían daño a nadie. "En realidad, sólo éramos un grupo de niños corriendo desnudos y con los pies descalzos, no llevábamos armas ni disparábamos a nadie", declaró McBride, ex-traficante y autor de la autobiografía Saltwater Cowboy: The Rise and Fall of a Marijuana Empire.
FUENTES:
Square Grouper: the Godfathers of Ganja
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