El periodo estival es la época perfecta para el cultivo de marihuana en exterior. El verano no sólo destaca por ser la temporada del cultivo de exterior, si no también por las altas temperaturas que las plantas llegan a soportar bajo la luz del sol. Durante el mes de julio el riego de las plantas no suele suponer un problema ya que el cultivador suele estar presente y es capaz de regar la cantidad necesaria para mantener las plantas en perfecto estado.
Llegados a primeros de agosto, cuando la mayoría suele irse unos días de vacaciones es cuando las plantas tienen mayor demanda hídrica y de nutrientes por lo que es recomendable solventar el sistema de riego para asegurar que las plantas sigan en perfecto estado hasta nuestra vuelta.
En este capítulo vamos a hablar sobre sistemas de riego recomendables para el cultivo de marihuana en exterior en terrazas y jardines para que las plantas de marihuana mantengan todo su vigor hasta nuestra vuelta.
Lo primero que debemos tener presente para asegurar el abastecimiento de agua necesario es el consumo diario por planta. Llegados al mes de agosto, el calor suele hacer acto de presencia y las plantas precisan del máximo de agua para no desfallecer.
Lo primero que debemos medir es la cantidad de agua necesaria (diaria) para mantener las plantas en perfecto estado. Una forma fácil es llenar un envase y utilizarlo para el riego de una planta (en caso de ser necesario repetir la acción hasta dejar la planta completamente regada).
Una vez sabemos el volumen total de agua por planta es el momento de estudiar los distintos métodos para el abastecimiento continuado durante nuestros días de ausencia.
En el mercado existen distintos métodos para mantener las plantas hidratadas:
Programador de riego : Los programadores de riego son una de las mejores opciones si nuestra estadía fuera de casa va a ser prolongada. Son fácilmente acoplables a una toma de agua y a manguera. Estos aparatos permiten programar cada cuantas horas queremos que riegue (por cada 24 horas) y de cuántos minutos debe ser cada riego. En casos dónde el cultivador tiene varias plantas, sólo será necesario obtener un divisor de manguera que multiplique la única salida en la cantidad que precisemos.
Plato o bandeja : Si vamos a estar uno, o máximo dos días fuera de casa, las bandejas o platos para cada maceta suelen ser una buena opción. Sólo hay que regar al máximo cada una de las plantas y una vez realizada esta operación añadir agua directamente al plato o bandeja para que mantenga una reserva extra que permita pasar el fin de semana. En estos casos es importante que el sol no incida directamente en la bandeja ya que calentaría el agua en exceso y podría dar problemas al cultivador.
Botella o garrafa de agua: Es un método muy sencillo y rudimentario pero que ofrece buenos resultados en un plazo corto de tiempo. Sólo es necesario llenar la botella o garrafa con agua y realizar un pequeño orificio en el tapón lo suficientemente pequeño para clavarle un palillo y que quede perfectamente sujeto. La madera del palillo permitirá la filtración del agua, gota a gota, lentamente. Una vez el sistema está armado sólo tenemos que colocar la garrafa boca abajo para que empiece a degotar. Este sistema es muy válido si sólo vamos a estar fuera por 24 horas, en casos dónde nuestra estancia fuera sea más prolongada deberíamos optar por otros métodos.
Tanque de agua y bomba para riego: Si no disponemos de manguera en la terraza, o jardín, el uso de una bomba de agua y un tanque contenedor puede ser una gran solución a nuestros problemas. El sistema es sencillo y sólo precisa de una toma de corriente (para la bomba de agua) y un temporizador para controlar el bombeo del agua. El caudal que ofrezca la bomba habrá que dividirlo entre el número de plantas de las que dispongamos. El sistema es fácil de montar con manguera de riego y conectores que dividan el caudal en varias salidas.
Riego por decantación: Este sistema es muy económico y de fácil uso. Sólo es necesario situar un depósito suficientemente grande para nuestras necesidades a una altura superior a la de las plantas (es muy útil utilizar depósitos con salida de agua mediante grifo en su zona inferior). Situado el depósito en el lugar adecuado sólo es necesario colocar tubo de riego y unos divisores hasta cada una de las plantas, la gravedad hará el resto. Para regular el caudal de agua que necesitemos podemos actuar de dos formas:
- Utilizar la llave del depósito dejándola más o menos abierta según necesidad.
- Instalar gotero en el extremo del tubo que alimenta las plantas, para estrangular la salida y que la cantidad de agua que perciben por goteo sea menor.
Kit Easy2Go de Autopot : El sistema de esta empresa es sencillo, económico y permite hasta 4 semanas de riego en nuestra ausencia. No son necesarias pilas, ni toma de corriente, y garantiza la supervivencia de las plantas hasta nuestra vuelta. El Sistema Easy to Go de Autopot gestiona los periodos de húmedo-seco de la tierra, para favorecer la oxigenación del sustrato, permitiendo el paso de agua una vez la tierra está necesitada de un nuevo riego.
Soluciones para abonar con riego automático
El recurso más utilizado por la mayoría de cultivadores son los abonos y estimuladores líquidos mezclados con el agua de riego. Ante la imposibilidad de añadir a la mezcla fertilizantes en nuestra ausencia una de las mejores opciones que recomendamos al cultivador es el uso de abonos en polvo (de disolución lenta) aplicados directamente en la superficie del sustrato. Estos fertilizantes se hirán disolviendo lentamente con el paso del agua por ellos asegurando los requerimientos durante almenos diez días sin problema.
Soluciones en polvo para abonar en crecimiento:
Las tres mejores fórmulas para abonar con fertilizantes sólidos durante el crecimiento (e incluso durante la floración si queremos mantener las plantas verdes dándoles un aporte de nitrógeno) son:
Soluciones en polvo para abonar en floración
Durante la floración (dónde interesan fertilizantes ricos en fósforo y potasio) la mejor opción (y además biológica) es el guano de murciélago.
Recordamos que en la aplicación de abonos en polvo es importante no saturar la superficie con una gran cantidad de fertilizante. Es suficiente cubrir la superficie del sustrato con una capa fina de fertilizante que perdurará un mínimo de una semana (llegando a ser suficiente hasta para 10-15 días de ausencia).