La producción de marihuana en interior es un aspecto muy importante tanto para pequeños como para grandes cultivadores. La meta de todo cultivador de cannabis en interior es obtener la producción de marihuana más altas posible, ya que de ello depende la autosuficiencia, y no depender del mercado negro para cubrir el consumo.
El cultivo de marihuana en interior es una opción óptima para el autoconsumo. La producción de marihuana puede ser suficiente, e incluso sobrepasar las necesidades del consumo de una, o dos personas sin problemas. El cultivo con bajo luces en interior es, además, una gran opción para aquellos que no tienen una terraza o balcón, pero sí disponen de un pequeño espacio de 1m2 en el que poder cultivar sus plantas.
Rendimiento de un cultivo interior
Una pregunta muy común entre nuevos llegados al cultivo de cannabis en interior es cual es la producción de marihuana en interior. La respuesta, aunque con algunos matices, es clara: La producción de marihuana máxima que puede obtener un experto, con los materiales adecuados, y con una genética capaz de lograrlo, es de un gramo por watt utilizado. Vamos a detallar estos matices:
Experto: Entendemos por un experto a un cultivador con experiencia a sus espaldas, capaz de realizar un ciclo entero cubriendo todas las demandas de las plantas, llegando al final del ciclo sin ningún problema a lo largo de él.
Materiales adecuados: El cultivo de marihuana en interior puede llevarse a cabo con muy pocos elementos. Aún y así existen productos que pueden mejorar, y mucho la producción final de cada cosecha. En este listado no sólo englobaríamos los fertilizantes y estimuladores necesarios, si no que también formarían parte reflectores de mayor calidad, extractores y ventiladores adecuados para el volumen de nuestro jardín, filtros de osmosis que mejoren la calidad del agua que utilizamos... Y así un largo listado de herramientas y accesorios que ayudan a poco a poco ir aumentando la producción de la marihuana en cada cosecha.
Genética capaz: Hoy en día existen miles de variedades de cannabis al alcance de cualquier cultivador. Como en mucho otros casos, las características de cada variedad forman parte de las posibilidades finales de producción de marihuana en cada cosecha. Es obvio que si queremos obtener un rendimiento máximo (1g por vatio), precisamos de una variedad que por genética sea capaz de producir esa cantidad. De nada servirán nuestros esfuerzos, técnicas, ni dinero invertido si partimos de una genética que ofrece una calidad muy alta de flores, pero con una producción media baja.
Mejorar la producción de marihuana paso a paso
Como ya hemos comentado, para el cultivo de marihuana en interior, lo único indispensable es un kit de iluminación. Partiendo de esta base iremos añadiendo elementos que ayudarán a controlar la temperatura, humedad, iluminación, incluso en algunos casos el riego. Ahora vamos a enumerar lo que a nuestro parecer debería ser el orden lógico de mejoras para conseguir aumentar la producción de marihuana cultivada en interior:
1.-El sustrato: La calidad de la tierra (sustrato elegido por la mayoría de cultivadores, como mínimo en sus primeros pasos en el cultivo indoor), es un elemento esencial para el correcto desarrollo de las plantas. De nada sirve que gastemos nuestro presupuesto en unas semillas de calidad, si el sustrato no lo es. El sustrato es un medio con vida en el que se deben desarrollar las plantas. Aquellos sustratos de peor calidad (y precio más bajo) suelen ser una mala opción ya que es algo contra lo que se deberá luchar desde la misma germinación de las semillas hasta el día de la cosecha. Desaconsejamos el uso de tierras que no sean explícitamente para cannabis, no porque algunas no sean válidas, si no porque en la mayoría de los casos los resultados serán mejores si utilizamos sustratos de calidad pensados para el cultivo de marihuana (y compensarán de sobra esos 1-2 € de diferencia entre el coste de unas y otras marcas).
2.- Iluminación: Si partimos de un kit de iluminación de alta presión de sodio (HPS) de 400w o 600w con reflector básico, lo primero que deberíamos mejorar es el reflector. Un reflector de estuco suele ofrecer una reflexión de un 5-10% de la luz. Esto quiere decir que si el 50% de la luz generada por la lámpara enfoca directamente hacia abajo y el otro 50% hacia arriba (hacia el reflector), de éste 50% sólo un 5-10 % volverá a las plantas. Haciendo números rápidos sería como decir que de los 400w-600w de luz que estamos gastando, sólo se estarían aprovechando un 55-60%. Si en vez de utilizar un reflector básico utilizamos uno de los reflectores profesionales con una reflexión de un 97% estaríamos haciendo más eficiente el uso de luz, logrando que aproximadamente un 96% de la luz utilizada se proyecte en las plantas, y por tanto mejorando la producción de marihuana de cada cosecha.
3.- Ventilación y Control de clima: Ya que cultivaremos plantas, y éstas precisan de aire para evolucionar correctamente, es muy importante disponer de un buen extractor e intractor que asegure las necesidades de éstas, y además sea capaz de mantener una temperatura idónea en el interior de nuestro cultivo. Unos buenos extractores tubulares pueden ser la mejor opción para lograrlo, reduciendo además notablemente el ruido producido al funcionar (comparado con extractores en línea). La marihuana ofrece su máximo desarrollo a 24ºC de temperatura, con lo que disponer de un calefactor en invierno (que garantice una temperatura superior a 20ºC en todo momento) o un aire acondicionado en verano (que evite que las temperaturas se disparen por encima de 29-30 ºC), puede ser un gran aliado.
4.- Calidad del agua: Este es un punto que puede sorprender a algunos cultivadores (que hubieran pensado que lo siguiente serían variables como la variedad, o los fertilizantes y estimuladores). La explicación de la importancia de un agua de calidad es sencilla: Un cultivador puede tener la mejor y más productiva genética, y todos los fertilizantes y estimuladores de la mejor calidad, que si el agua dónde se mezclan es de mala calidad, nunca obtendrá los resultados deseados. Nuestra experiencia nos demuestra que aquellos cultivadores que disponen de un filtro de osmosis suelen obtener cosechas de mayor calidad a la vez que mejoran la producción de marihuana, incluso en casos dónde disponen de los fertilizantes más básicos, mientras aquellos que disponen de caros fertilizantes y estimuladores suelen tener problemas de excesos, carencias y demás en sus cultivos.
5.-Genética: Si lo que nos interesa es la producción de marihuana, para poder llegar a cubrir nuestras necesidades, la mejor forma de solucionarlo es elegir aquellas variedades capaces de producir mayor cantidad de cogollos. Toda variedad debe ser juzgada por su producción máxima, semanas de floración además de por su sabor, olor y efecto. Existen ejemplos muy conocidos por todos de variedades que florecen rápido y producen gran cantidad de flores (el ejemplo más típico es la Critical Mass, pero existen un sinfín más). Un buen consejo es estudiar bien lo que cada banco de semillas indica acerca de la producción de marihuana máxima de sus variedades. Si el banco dice que algunas de sus variedades producen 350g mientras otras 550g está claro que sean cuales sean las manos del cultivador (con mayor o menor experiencia) la producción por cosecha será mayor en las segundas. Utilizar una sola variedad en el cultivo, así como repetir la misma variedad en varios cultivos nos ayudará a mejorar la producción de marihuana y también a conocerla mejor y por tanto obtener mejores resultados.
6.- Fertilizantes y estimuladores: ¿Se puede cultivar marihuana sin utilizar ningún tipo de fertilizante ni estimulador? Sí, se puede. ¿Se puede obtener una gran producción de la marihuana sin utilizar ningún abono ni estimulador? Rotundamente no. Aún y que elijamos la tierra más abonada, el sustrato tiene unos niveles de fertilizantes limitados, que deberemos complementar con abonos y estimuladores para obtener el máximo rendimiento. Si hablamos de lo más básico, todo cultivador debería disponer de un abono para la fase de crecimiento y un abono para la fase de floración, que deberían complementarse con un estimulador de raíces los primeros días de vida de las plantas, y un estimulador de floración, que ayuda a generar más flores y más densas. Dicho esto, existen otro tipo de ayudas que pueden mejorar algunos parámetros de la cosecha como el uso de hongos y bacterias beneficiosas, enzimas, silicatos... En cuanto a la elección de productos orgánicos o minerales (químicos), suele decirse que los de origen biológico producen menos cantidad pero mejoran el sabor, lo que no es del todo cierto. Si bien es correcto que el sabor de los frutos abonados con productos orgánicos suele ser mejor, la producción de los minerales no tiene por qué ser superior. En nuestra opinión lo que sería correcto decir es que obtener la producción con abonos biológicos suele ser más difícil, ya que precisa de una correcta dosificación a lo largo de todo el ciclo de las plantas, mientras que una pequeña cantidad de abono mineral supone un gran empuje para la vitalidad de ellas.
7.- Optimización del espacio: El cultivo en interior puede hacerse siguiendo muchas técnicas que difieren entre sí. Todas ellas tienen algo en común: optimizar el espacio de cultivo. Sigamos la técnica que sigamos, lo importante es cubrir nuestro espacio de cultivo con verde. Si quedan huecos, significa que ese espacio no se está aprovechando de forma adecuada y que el rendimiento podría ser superior. Las dos técnicas más utilizadas son el SOG (Sea Of Green) o SCRoG (SCReen of Green). Mientras la primera se basa en colocar un mayor número de plantas, a las que les deberemos dar un crecimiento mínimo para cubrir el espacio de cultivo, la segunda se basa en compensar el menor número de plantas utilizadas, con un crecimiento mayor (*Nota: más crecimiento no significa que tengamos plantas más altas, si no más anchas para cubrir toda la superficie iluminada). En cultivos tipo SOG se recomienda utilizar 16 plantas por 1m2 en macetas de 7 litros, mientras en un cultivo SCRoG se suelen utilizar 4-6 plantas (que serán podadas, o enredadas en una malla, para multiplicar el número de puntas, en tiestos de 10-15 litros).
8.- Control de Ph y EC: El control del pH y la EC de la solución nutriente con la que hidratamos a nuestras plantas es algo esencial para garantizar un desarrollo máximo de éstas. Si bien es cierto que una ligera desviación en estos parámetros no es grave, si los llevamos al extremo (ph muy alto, o muy bajo, y EC demasiado alta o demasiado baja) pueden surgir problemas de difícil solución que juagrán en contra en nuestra misión de mejorar la producción de las plantas de marihuana. Por contra si ajustamos el Ph y la EC estamos asegurando que las plantas asimilarán rápidamente los nutrientes (pH), además de garantizar las necesidades nutricionales en cada etapa del ciclo (EC). Se recomienda el uso de medidores digitales, por su mayor precisión y exactitud en la lectura comparados con los más económicos reactivos por gotas.
9.- Plagas: La prevención y el control de plagas en un cultivo interior es fundamental para obtener unos buenos resultados. En un cultivo indoor, las plagas pueden representar la diferencia entre una gran cosecha o un desastre total, con lo que es muy recomendable no esperar a sufrir una plaga para actuar. Existen tres grandes grupos de posibles plagas contra las que es recomendable prevenir: Hongos, insectos y ácaros.
Para luchar contra ataques de éstos podemos hacerlo con productos biológicos o productos de origen químico. Hay que advertir que mientras los productos químicos suelen erradicar la plaga rápidamente, los biológicos suelen precisar de un tratamiento más largo, por ser más suaves aunque plenamente funcionales. Aún y así desde SantYerbasi recomendamos el uso de productos biológicos ya que no alteran la calidad del producto final, y pueden ser aplicados en floración hasta 1 semana previa a la cosecha (los fitosanitarios químicos sólo deberían aplicarse en la fase de crecimiento). Si aplicamos productos durante la fase vegetativa de las plantas raramente tendremos una plaga en floración, con lo que es la mejor forma de asegurarnos una cosecha abundante y sana. *Dentro de los posibles tratamientos contra plagas también existe la llamada "lucha biológica" (introducción de un depredador natural que se alimenta de los insectos/ácaros de nuestro cultivo).
10.- Constancia: Este es un punto muy a trabajar por todo cultivador. De nada sirve disponer de todas las herramientas para llevar a cabo un cultivo con garantías si luego no le dedicamos el tiempo necesario. Cuando alguien empieza su primer cultivo suele pasarse horas mirando las plantas, analizando su desarrollo, parámetros del cultivo, etc. Esta primera fase suele llevar a una segunda, en la que creemos que todo está bajo control, y descuidamos el tiempo a dedicar a nuestras plantas. Es muy importante realizar una visita diaria al cultivo (aunque sean 5 minutos) y dedicarla a controlar que todo está bien. En estas visitas debemos hacer prestar atención a indicios que puedan derivar en posibles problemas futuros. Es mucho más fácil solventar un problema cuando prácticamente empieza, que cuando ya es claramente visible. La mentalidad para afrontar un cultivo es ser consciente que tenemos plantas a nuestro cargo, y por tanto una obligación si queremos obtener unos buenos resultados. Si podemos atender las necesidades de nuestras plantas, y actuamos rápido en caso de un eventual problema, nuestras probabilidades de éxito serán mucho mayores que si dejamos que el tiempo pase pensando en: "ya lo haré mañana...".
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