Lucha biológica: Depredadores contra plagas

Investigando sobre lucha biológica encontramos la siguiente noticia: “Un nuevo estudio relaciona los residuos de plaguicidas en frutas y vegetales con la fertilidad femenina”. El pasado 30 de octubre la CNN se hacía eco de la noticia y nos acercaba el enésimo estudio que alerta de los riesgos de consumir productos tratados con pesticidas. Hace tiempo que viene sonando, la exposición a los pesticidas puede tener efectos nocivos para la salud. ¿Cuántas veces lo habremos oído ya? Parece que no las suficientes.

En Santyerbasi, como amantes del cultivo responsable que somos, no podemos pasarlo por alto ni dejar de señalarlo: existen un sinfín de razones para decantarse por el uso de productos orgánicos en los cultivos, dejar de utilizar agroquímicos y apostar por la lucha biológica contra las plagas.

Los agroquímicos y sus riesgos para la salud

El estudio al que hace referencia la noticia fue publicado recientemente en la JAMA (Journal of the American Medical Association). Los investigadores encontraron que, en comparación con las mujeres que comían menos de una porción diaria de frutas y verduras con alto contenido de pesticidas, las que comían 2,3 porciones o más tenían un 18% menos de probabilidades de quedarse embarazadas y un 26% más de probabilidades de perder el bebé durante el embarazo o el parto; y eso es una barbaridad.

El uso de pesticidas en las cosechas (esas sustancias destinadas a la eliminación de plagas, mohos, hongos, roedores, malas hierbas e insectos dañinos) implica su consumo humano, al cual se asocian a un gran número de enfermedades como trastornos de memoria, depresión, abortos, cáncer o enfermedades neurológicas. Además de su consumo, su manipulación también es peligrosa. Varios estudios han demostrado que la exposición a los pesticidas puede causar, además de las enfermedades citadas anteriormente, problemas respiratorios crónicos y enfermedades de la piel. Sin embargo, los pesticidas no son los únicos que entrañan peligros, los fertilizantes químicos y los agroquímicos en general, también son nocivos.

Aunque durante mucho tiempo parecíamos haberlo olvidado, existen alternativas a los productos químicos. El hombre ha utilizado la lucha biológica contra las plagas prácticamente desde que empezó a cultivar. Éste método natural, que se basa en la introducción de especies vivas que se alimentan de las especies dañinas, es muy efectivo en el control de plagas y nada agresivo contra las plantas.

Por qué optar por la lucha biológica

Cosechas libres de pesticidas. Como veníamos diciendo, se ha demostrado que la inhalación y la injesta de agroquímicos aumentan el riesgo de padecer enfermedades crónicas. En el caso del cultivo del cannabis, lo que queremos es obtener un producto limpio y sano, rebosante de propiedades beneficiosas y con un sabor puro, que no se vea alterado por el gusto que dejan los químicos.

Efectividad. Con el tiempo la mayoría de plagas han ido desarrollando defensas contra los pesticidas químicos. Éstos son cada vez menos efectivos y algunas especies se han hecho inmunes a los pesticidas más comunes.

Biodiversidad. Los pesticidas matan indistintamente, no distinguen entre plagas y especies beneficiosas, lo que crea un desequilibrio en el ecosistema. Los insectos depredadores son básicos para mantener a raya a las plagas.

Ecologismo. El control químico de plagas conlleva filtraciones tóxicas, las cuales son altamente contaminantes en cultivos de exterior. Estos filtrados penetran en la tierra y contaminan el área circundante al cultivo, eliminando la vida microbiana y haciendo que el suelo sea vulnerable a patógenos nocivos. Además, insectos, anfibios, aves y mamíferos pueden verse afectados. Una vez esta toxicidad afecta a una especie, se propaga a lo largo de la cadena alimentaria perjudicando a mamíferos más grandes y a humanos.

Manipulación sin riesgos. Los pesticidas están diseñados para matar. Manipularlos y exponerse a ellos reiteradamente es altamente peligroso. La World Health Organization estima que cada año se producen 3 millones de casos de intoxicación por pesticidas y unas 220.000 muertes. La lucha biológica es mucho más segura y no conlleva efectos secundarios.

Ahorro económico. Con la lucha biológica se ahorra en pesticidas y en costos de aplicación.

Estrategias de lucha biológica

Existen tres estrategias para controlar biológicamente las plagas: la importación, el aumento y la conservación. La importación consiste en introducir en el medio ambiente de un cultivo los enemigos naturales de la plaga a tratar; el aumento, como su nombre indica, se produce cuando añadimos o propagamos una cantidad de depredadores mayor a la que se produciría de forma natural; y la conservación se basa en mejorar el entorno para promover el desarrollo de una población de insectos beneficiosos.

En cuanto al cultivo de cannabis, la importación es la forma más común de control biológico, ya que la mayoría de depredadores no se producen de forma natural en el medio ambiente de este cultivo (especialmente si se trata de un cultivo de interior). Sin embargo, una vez establecida una población de insectos beneficiosos, pueden utilizarse las otras técnicas para ayudar a su mejora.

Hay muchos depredadores capaces de controlar las plagas típicas de los cultivos de marihuana. Las mariquitas, las crisopas, los chinches depredadores, algunos ácaros depredadores como el phytoseiulus persimilis y el amblyseius californicus, la encarsia formosa, las avispas parasitarias y pequeños nematodos pueden convertirse en tus mejores aliados. No necesitarás químicos para mantener a raya a la mosca blanca, la araña roja, los trips o los pulgones, si invitas a estos huéspedes a tu cultivo.

Quítate de químicos

No nos cansaremos de repetirlo, la clave de un cultivo sano es un suelo equilibrado. Los hongos, las bacterias y los organismos beneficiosos nos ayudan a regular aquellos que no lo son, suprimen sus efectos nocivos y controlan naturalmente los ácaros, los malos hongos y las plagas sin necesidad de pesticidas.

Sin embargo, lo sabemos, esto no es pan comido. El equilibrio es frágil, aparecen los primeros bichos y nos echamos a temblar. Tranquilos todos, estos son los pasos a seguir cuando veas los primeros síntomas:

Identifica a los invasores
¿Son muchos o pocos? ¿Larvas o adultos? Evalúa la extensión y la etapa en que se encuentra la plaga.
Hazte con el depredador apropiado para combatirla.
Asegúrate de que el depredador elegido sea compatible con otros insectos beneficiosos que pueda haber en el ecosistema de tu cultivo.
Una vez introducidos los depredadores, supervísalos. ¿Realizan su función? ¿Se han integrado en el ecosistema?
No te preocupes si todavía ves algunos invasores. Recuerda que el equilibrio es la clave. Los organismos beneficiosos necesitarán de qué alimentarse si no quieres que se vayan o empiecen a devorarse entre ellos.

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