Un grupo de expertos chinos se halla inmerso en la disección de una momia de 2.800 años que fue enterrada junto a hojas de marihuana en un intento de resolver lo que se ha convertido en el gran misterio arqueológico nacional, ya que esa sustancia no era empleada por las antiguas civilizaciones chinas.
El cuerpo embalsamado del que se cree fue un chamán de entre 40 y 50 años fue hallado hace tres años en el oasis de Turpan, al noroeste del país, un importante lugar de paso en el siglo I AC cuando la ruta de la seda alcanzó su esplendor.
Hasta ahora los científicos no habían iniciado el estudio de la momia por temor a dañarla y, en efecto, al abrirla han podido comprobar su mal estado, incluso peor que el esperado. "Es un caso especial", ha declarado el director de la oficina de patrimonio cultural de Turpan, Li Xiao, quien señaló que de momento no se ha podido determinar el origen del embalsamado, aunque parece ser "que era una persona de rasgos caucásicos".
Pero lo que los arqueólogos no alcanzan explicar es cómo llegó el supuesto chamán hasta Turpan, ya que las culturas que conocían el cannabis se encontraban a miles de kilómetros. Para el profesor Li, la momia podría proceder de las zonas del Mar Negro, donde ya en épocas neolíticas se usaba la marihuana en ceremonias religiosas y curaciones. Pueblos que vivieron cerca de ese mar, como los tracios, los escitas, los asirios o los persas conocían y empleaban la marihuana.
El cannabis también se conoció tempranamente en la cultura hindú y no se descarta que la momia tenga un origen tibetano o de otros pueblos del Himalaya ya que, según los botánicos, fue en el "Techo del Mundo" donde se originó esa planta con propiedades psicotrópicas. Sin embargo, el posible origen extranjero del embalsamado no parece encajar con el hecho de que fue encontrada en un enterramiento colectivo de Turpan, junto a otras 2.000 tumbas y 600 momias "locales".
Los cadáveres, según los arqueólogos, corresponden a distintas épocas, que van desde la Edad de Bronce hasta la dinastía Tang (siglos VII-X de nuestra era). A pesar del mal estado de la momia, el profesor Li señaló hoy que seguirán estudiándola para conocer mejor los orígenes del chamanismo en el noroeste de China, una zona actualmente habitada por etnias emparentadas con los turcos, como los kazajos o los uigures.
Jia Yingyi, del museo regional de la región, ha afirmado que la momia lleva ropa, botas y sombrero de cuero, así como un manto de tela tejida con cenefas triangulares. Además de las hojas de marihuana, guardadas en una bolsa, se hallaron junto al cadáver embalsamado grandes joyas de oro y bronce, además de un collar de turquesas. En la mano izquierda el supuesto chamán porta un hacha de bronce, y en la derecha una vara adornada con tiras de cobre.
La prensa oficial en China ha concedido especial atención a esta momia, a la espera de ver si los expertos finalmente podrán desvelar estos días su origen y resolver el misterio de la presencia de marihuana, una sustancia que sigue siendo poco conocida por los chinos. El cannabis es conocido por los chinos como "dama", que traducido literalmente significaría "gran cáñamo".
La medicina tradicional china ha usado miles y miles de hierbas a lo largo de la historia, por lo que también se cree que la planta del cáñamo pudo ser usada como narcótico, aunque su uso fue poco extendido. Actualmente, la posesión y consumo de marihuana están prohibidos en China, aunque, como ocurre en otros países, las autoridades no suelen perseguir muy activamente a los pequeños consumidores.
En China, muchos de los vendedores de marihuana la obtienen de cultivos de Asia Central y son uigures de Xinjiang, precisamente la región donde se ha encontrado la enigmática momia.