El glifosato es un herbicida de amplio espectro comercializado por Monsanto desde 1970 con el nombre Roundup. Tras caducar su patente en el año 2000 numerosas empresas producen hoy glifosato bajo distintos nombres comerciales. Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado el glifosato como un producto potencialmente cancerígeno para seres humanos.
Qué es el glifosato?
El Glifosato es un herbicida de amplio espectro, comercializado por primera vez en 1970 bajo el nombre de Roundup por Monsanto. Este herbicida sigue siendo, a día de hoy, el producto más vendido reportando un tercio de las ventas totales de Monsanto.
A nivel mundial, el glifosato es la sustancia activa de entre los más de 750 productos utilizados en agricultura y jardinería para la aplicación doméstica - estando autorizados en España 125 productos distintos-.
Años después de la aparición de Roundup en el mercado, Greenpeace denunció que Monsanto había desarrollado plantas transgénicas - llamadas roundup ready - tolerantes al glifosato. Greenpeace denunciaba que aún y que estas plantas debían reducir el uso de herbicidas, en la práctica se había visto aumentado. Roundup es un herbicida de amplio espectro (que mata toda planta sobre la que es aplicado, sea "buena" o @mala") que no afecta a cultivos transgénicos - modificados para tolerar este componente.
Consecuencias del glifosato para la salud
Tras años de denuncias por parte de distintas organizaciones, se ha vinculado el potencial efecto dañino del glifosato con la salud humana. El uso intensivo de este componente afecta a millones de hectáreas de cultivo, parques, y hasta pavimentos urbanos en las ciudades, que son rociadas sistemáticamente para prevenir la aparición de hierbas.
La IARC (Agencia para la investigación sobre el Cáncer) declaró en 2015 el glifosato como "probablemente cancerígeno para seres humanos", clasificación basada en la fuerte evidencia de ser cancerígeno para animales. Estudios también demostraron que glifosato actúa como disruptor endocrino siendo tóxico para la reproducción.
Los estudios medioambientales realizados por los científicos han detectado presencia de este producto en el aire, la lluvia y en el cuerpo humano, quedando patente que la alimentación ha sido la principal exposición a este herbicida. El estudio centra su principal preocupación en agricultores, familias de éstos, fetos, bebés y niños pequeños, además de los consumidores de productos tratados con el producto por ser los mayores grupos de riesgo.
Contaminación del medio ambiente
Uno de los mayores, y más graves impactos negativos del uso de glifosato se lo lleva el medio ambiente. Este producto afecta a todos los seres vivos, contamina suelos y agua.
Según los estudios, este impacto negativo afecta a organismos acuáticos, pero también a organismos del sustrato como son las lombrices del suelo, imprescindibles para aumentar la fertilidad de éste.
El uso masivo, mayormente asociado a cultivos de transgénicos (más resistentes al compuesto), ha derivado en mayor resistencia por parte de otras plantas, aumentando el uso de otros productos químicos, de igual o mayor peligrosidad, así como de las concentraciones de éstos.
Cadena contaminante glifosato
Alternativas no contaminantes
Tras años de pruebas científicas que obligan a la industria química a buscar nuevos componentes constantemente, se está instaurando una nueva tendencia basada en la agricultura ecológica. Este tipo de agricultura basa su sostenibilidad en el uso de productos biológicos (de origen orgánico), así como la implementación de técnicas ancestrales como el barbecho (rotación de cultivos). De esta forma se promueve un equilibrio ecológico basado en la diversidad. A su vez, todos los alimentos logrados utilizando agricultura ecológica son los considerados más sanos para hoy, y para el futuro.
Cambios en las ciudades
En 2015, relacionado con el estudio citado anteriormente, el Ayuntamiento de Barcelona decidió dejar de utilizar glifosato en 2017. Este producto era utilizado para tratar todo tipo de vegetación (en calles, jardines y parques públicos). Parte del esfuerzo para eliminar el uso del glifosato se ha destinado a la inversión de 370.000€ para la compra de maquinaria necesaria para el control de hierbas, además de la contratación de personal especializado.
Tratamiento en jardines públicos con Confidor.
Nueva normativa sobre fitosanitarios
Prueba de la creciente preocupación por el medio ambiente, y la salud de los consumidores, durante los años recientes se han retirado del mercado algunos productos que utilizaban componentes más agresivos con la flora y fauna. Es el caso de insecticidas, acaricidas o fungicidas que por su mala aplicación por parte del usuario, o por agresividad del producto, han sido retirados o prohibidos.
Actualmente existe una normativa aplicada a la venta de productos fitosanitarios inorgánicos, que obliga a todo vendedor a notificar no sólo quien compra qué producto, si no también dónde va a ser utilizado. A su vez, el comprador debe presentar el carné de aplicador de fitosanitarios, que le acredita como profesional, y conocedor de cómo aplicar estos productos.
Paralelamente se ha decidido identificar a los productos con el sello JED (Jardinería Exterior Doméstica) que podrán ser utilizados por cualquier persona, sin necesidad de licencia, ni registro de apliación.
Desde SantYerbasi reiteramos nuestro compromiso con el medio ambiente, recomendando a nuestros clientes el uso de productos biológicos para combatir plagas. Su eficiencia no sólo está comprobada para el control y exterminio de plagas, si no que además pueden ser aplicados a lo largo de todo el ciclo de cultivo (crecimiento y floración), con un plazo de seguridad hasta cosecha de 7-10 días.
*Recomendamos leer nuestro post sobre cómo aplicar fitosanitarios, en el que se explica no sólo formas de apliación del producto, si no también consejos para mejorar la efectividad de cada aplicación.
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