Las plantas de gran tamaño usan más agua que las plantas pequeñas pero, además del tamaño, hay muchas otras variables que dictan el consumo de agua por parte de una planta. La edad de la planta, el tamaño del contenedor, la textura de la tierra, la temperatura, la humedad y la ventilación son factores que contribuyen a determinar las necesidades de agua. Si alguna de estas variables cambia, el consumo de agua también se verá afectado.
Una buena ventilación resulta esencial para fomentar que los fluidos circulen libremente, así como una transpiración adecuada y un crecimiento rápido. Cuanto más sana está una planta más rápido es el crecimiento y mayor el consumo de agua.
Plantas pequeñas con sistemas radiculares poco extensos, que están en contenedores de tamaño reducido deben regarse a menudo.
Hay que regar la tierra o las mezclas inorgánicas tan pronto como se seque la tierra del contenedor. No hay que llegar a extremos: Ni dejar secar mucho ni volver a regar si el sustrato sigue estando húmedo. El exceso de agua puede ser perjudicial en los primeros estadios ahogando a las plantas y ralentizando el crecimiento. A la marihuana no le gusta mucho el suelo empapado. Un sustrato que se mantiene demasiado húmedo ahoga las raíces, al no dejar sitio para el oxígeno. Esto provoca un desarrollo lento, y posibles ataques fúngicos.
La marihuana en floración utiliza niveles altos de agua para llevar a cabo una rápida formación de flores. Reducir el aporte de agua frena la formación de inflorescencias.
Relación entre el viento y el cannabis
Las plantas de marihuana que están sometidas al viento se secan mucho más rápido. En un día caluroso y con viento, la cantidad de agua que consumen las plantas que están al aire libre, en terrazas y en patios puede multiplicarse por tres y hasta por cuatro veces. Utilizar riegos automáticos puede ser de gran ayuda. Técnicas como el acolchado reducen la evaporación del sustrato.
Hora recomendada para regar marihuana
Es recomendable regar las plantas a primera hora del día, antes que el sol apriete fuerte. El riego en horario nocturno puede favorecer la aparición de hongs y ataques fúngicos.
Relación peso de la maceta y agua de riego
Tras unos cuantos riegos, es muy fácil para el cultivador tomar una referencia de peso de la maceta. Sólo hay que levantar la maceta y sostenerla recién regada. En el momento del riego la maceta tendrá el peso máximo. A partir de ese momento irá perdiendo peso hasta que casi no nos cueste esfuerzo levantarla (momento perfecto para el siguiente riego).
Exceso de riego de marihuana
El exceso de riego es un problema común, especialmente en los primeros estadios de las plantas, dónde casi no consumen agua. Demasiada agua ahoga las raíces cortándoles el suministro de oxígeno. Las señales que indican un riego excesivo son: hojas amarillentas y enrolladas hacia abajo, tierra saturada de agua y empapada, crecimiento de hongos y desarrollo lento. Los síntomas son sutiles y puede que cultivadores inexpertos no los aprecien bien.
Falta de riego de la marihuana
Es un problema menor que el exceso, pero bastante común especialmente en macetas pequeñas. Los contenedores pequeños suelen secarse con rapidez y pueden requerir riegos diarios. Si las tiernas raíces capilares se secan, mueren. Ante un periodo de sequía las plantas pueden tardar tiempo en recuperarse.