En este artículo vamos a hablar de consejos para el primer cultivo de marihuana. Este artículo es un complemento a la " Guía completa de cultivo de marihuana para principiantes". Todo cultivador ha pasado por su primera experiencia cultivando cannabis, por eso vamos a explicar cual es la forma más sencilla para lograr unos buenos resultados desde el primer cultivo.

Las necesidades del primer cultivo cannabis

Las plantas de cannabis, así como muchas otras especies vegetales, precisan de un buen sustrato, agua de calidad, y luz. El cannabis es una planta de rápido desarrollo, fácil de cultivar, que se adapta bien a casi cualquier emplazamiento, por ello es muy fácil que logremos unos buenos resultados incluso si nunca hemos plantado antes.

Sustratos para marihuana

El sustrato es uno de los aspectos más importantes cuando pensamos en el primer cultivo de cannabis. Podemos comprar las mejores semillas, y disponer de muchas horas de sol, que si la base a la que se cogen las raíces no es buena tendremos muchos problemas. Hoy en día existen muchas marcas de sustratos especializadas en el cultivo de marihuana. Es recomendable descartar aquellas marcas genéricas, ya que los precios son parecidos, pero los resultados serán mucho más pobres. No es que el cannabis sea una planta delicada, pero las características de esta planta hacen que se desarrollen mejor y más rápido en unos sustratos que en otros.

Si focalizamos nuestra atención en los distintos tipos de sustrato podemos encontrar tres grandes grupos:

 

Tierra poco abonada: Las tierras poco abonadas, suelen ser sustratos "ligeros", con poco contenido de fertilizante, especialmente indicados para los primeros pasos de las semillas. Si vamos a realizar transplantes antes de colocar las plantas en su maceta definitiva es recomendable utilizar este tipo de sustrato ya que las raíces se desarrollan más rápido en él, dando muestras de crecimiento antes. Si por contra lo que queremos es despreocuparnos al máximo de nuestras plantas, es mejor colocar los germinados directamente en la maceta definitiva con un sustrato más abonado que nos asegure más tiempo sin necesidad de abonar.

Tierra muy abonada: Las tierras más abonadas suelen ser una buena alternativa para cultivadores primerizos, ya que reducen la necesidad de añadir nutrientes en la fase inicial de las plantas (contienen alimento para aproximadamente 1 mes de vida). Es una gran opción también para cultivos en exterior dónde las plantas van a permanecer en el mismo contenedor por un largo tiempo.

Fibra de coco: La fibra de coco es un sustrato inerte, pero muy esponjoso, con una alta capacidad de retención de agua. Con estas características suele ser una buena opción para cultivadores con un nivel de experiencia medio, ya que requiere de mayores cuidados que la tierra por su necesidad de ser abonado desde el primer momento. Aún y así, muchos cultivadores prefieren el cultivo en fibra de coco ya que las plantas se desarrollan más rápido que en tierra, además de ofrecer al cultivador un mayor control sobre la alimentación de las plantas (que sólo dispondrán de los fertilizantes que el cultivador añada a la solución nutriente).

Tamaño de las macetas

Una de las preguntas que más nos hacen los cultivadores que llegan a nuestra tienda para su primer cultivo es qué tamaño de maceta utilizar para obtener los mejores resultados. La respuesta, aunque un poco ambigua, tiene su explicación:

En el cultivo en interior, la producción no depende del tamaño ni del número de plantas, si no que se basa en la cantidad de luz utilizada (250w, 400w, 600w o incluso 1000w). El modo en cómo se aproveche esa cantidad de luz marcará la cantidad de los frutos finales en cada cosecha. Con esto que queremos decir? Pues que lo importante no es si ponemos 1 planta o 50 plantas, si no que cubramos todo el espacio que abarque la luz con plantas, para así lograr que toda la luz generada por los equipos de iluminación sea aprovechada adecuadamente.

Ejemplo: En estados unidos, dónde existe un límite en el número de plantas que se pueden cultivar legalmente, los cultivadores suelen utilizar una relación de plantas por luz menor que en España dónde este límite no existe. Si por ejemplo en estados unidos pueden cultivar 100 plantas, no suele ser extraño ver cultivos dónde bajo cada foco sólo hay una planta gigante que cubre todo el espacio, mientras que en cultivos en Europa se suelen utilizar entre 12 y 25 plantas por metro cuadrado.

Dicho esto, es de lógica que si trabajamos con menos plantas por m2, deberemos utilizar un tamaño de maceta de mayor volumen que si lo hacemos con un mayor número de plantas, dónde usaremos macetas más pequeñas.

La elección perfecta para el número de plantas se basa en una relación entre el coste del número de semillas, y la cantidad de días de crecimiento que deberemos darle a las plantas para lograr cubrir toda la superficie iluminada.

Relación tamaño de la maceta > Número de plantas por m2

1-2 plantas: macetas de 40 litros.
2-4 plantas: macetas de 20 litros.
4-8 plantas: macetas de 15 litros.
12 plantas: macetas de 11 litros.
16 plantas: macetas de 7 litros.
20 plantas: macetas de 5,5 litros.
25 plantas: macetas de 4 litros.
30 plantas: macetas de 3 litros.

Iluminación para cultivo indoor

El rendimiento de un cultivo de marihuana en interior suele medirse en rendimientos por cantidad de luz utilizada. Siendo popular entre cultivadores que el rendimiento máximo suele ser el de un gramos por wattio de luz utilizado (400w=400g, 600w=600g o 1000w=1000g). Si bien estos números son interpretables ya que dependen de muchos factores (entre ellos las capacidades de la genética que se pretenda cultivar), podemos utilizarlos como referencia para saber si el cultivo ha ido bien o mal.

Referente a la iluminación para un cultivo indoor, suele estar compuesto de tres elementos esenciales: Balastro, lámpara y reflector.

El Balastro (o reactancia) es el encargado de convertir la energía de la red en la específica que necesitan las lámparas de vapor de sodio (o mercurio) para funcionar. Existen dos grandes grupos de balastros: Magnéticos y Electrónicos. La gran diferencia entre ambos se basa en la eficiencia y en la temperatura de funcionamiento de las unidades (los balastros magnéticos se calientan mucho más que los electrónicos, y también ofrecen un rendimiento más bajo que éstos). Además los balastros electrónicos suelen poder modificar la potencia de luz utilizada, para poderla adaptar al tamaño de las plantas (menos potencia en crecimiento y más en floración).

Lámpara: Las bombillas, o lámparas de alta descarga, utilizadas para el cultivo interior, se clasifican en función del espectro de luz que generan (color de la luz). Existen las HPS (alta presión de sodio) que pueden ser específicas para floración (con un espectro naranja) o las conocidas como mixtas (que añaden u poco de azul al espectro de las específicas de floración, lo que les permite ser utilizadas para la fase de crecimiento y floración). También existen las lámparas de halogenuro metálico (lámparas con un espectro de luz más blanca-azul, específico para la fase de crecimiento de las plantas). Si bien es cierto que podemos utilizar un tipo de lámpara para cada fase del cultivo, desde SantYerbasi recomendamos el uso de lámparas de espectro mixto, por su versatilidad y buenos rendimientos para todo el ciclo, así como por el menor gasto necesario para llevar a cabo el cultivo.

Reflector: En el mercado existen muchos reflectores para el cultivo indoor. Desde los más económicos hasta los más costosos, todos los reflectores disponibles se basan en aprovechar la luz proporcionada por las lámparas para dirigirla hacia las plantas. En función de la forma y materiales con el que se construye un reflector, obtendremos una mayor cobertura (más superficie iluminada) y una mejor intensidad lumínica (más luz proyectada sobre la canopia de las plantas), lo que suele traducirse en plantas con un crecimiento más parejo, y en una producción final mayor. Si bien nuestra recomendación es utilizar aquellos reflector que ofrezcan mejor reflexión, si estamos buscando una buena relación calidad precio podemos optar por aquellos reflectores con una calidad media-alta, que mejorarán mucho los más simples.

*En otro post hicimos una comparativa de reflectores para cultivo que recomendamos leer.

Sumando los conceptos descritos, y buscando una buena relación entre la calidad de los productos utilizados, el precio (sabiendo que es nuestro primer cultivo) y la producción final: Una buena solución es utilizar un balastro magnético (o uno electrónico para aquellos que dispongan de mayor presupuesto), con una lámpara HPS mixta, y un reflector ajustable de gama media. Con estos componentes (especialmente si utilizamos balastro y lámpara de 600w) la producción por cosecha cubrirá las necesidades de casi cualquier fumador.

kits iluminacion
*Un equipo de 400w puede cubrir sin problemas un área de 1mx1m mientras un 600w puede cubrir 1,20m x 1,20m, y un 1000w puede cubrir 1,5m x 1,5m.

Ventilación necesaria para el cultivo

Cuando preparamos un emplazamiento para montar nuestro primer cultivo de cannabis en interior, es importante pensar en todos los factores necesarios para la supervivencia de las plantas. Uno importante es que las plantas precisan de aire para vivir, lo que hace necesario mantener una circulación de aire fresco para la renovación del aire del cultivo, además de asegurar una salida de aire que desaloje todo el calor que desprenden los equipos de iluminación. Es por ello que no es aconsejable utilizar habitaciones en las que no hay comunicación con el exterior (ventana), ya que complicaría mucho la instalación y pondría en dudas la supervivencia de las plantas.

Para saber el tamaño del extractor que precisamos hay que realizar una serie de cálculos para llegar al caudal necesario (depende de cada emplazamiento). Una buena referencia es saber que para una buena renovación del aire es necesario renovar completamente el aire del cultivo cada 2-4 minutos. Este margen es debido a varios factores como el tipo de luz utilizada (sodio, leds o bajo consumo) o a la relación entre el volumen utilizado de la habitación de cultivo y el tamaño de ésta (no es lo mismo tener la habitación llena de plantas, que sólo utilizar la mitad del espacio disponible).

Fórmula para la renovación del aire:

Volumen del cultivo: 2m (ancho) x 2m (profundo) x 2,25m (alto)= 9 m3.
Renovaciones de aire (por hora): 60 minutos / 2 minutos = 30 veces por hora
Caudal necesario del extractor: 9 m3 x 30 (renovaciones por hora)= 270 m3/h

Los extractores CAN Fan son una gran opción para habitaciones de cultivo, ya que producen mucho menos ruido que los axiales, siendo capaces de evacuar más m3/h. Un sistema de ventilación completo se compone de: Extractor, tubo flexible de conexión y filtro de olores (del mismo caudal y diámetro que el extractor).

Montaje de un sistema de extracción:

Sea cual sea el tamaño de la habitación de cultivo, y del extractor utilizado, el aire caliente siempre sube (de forma natural), así que la salida del aire siempre deberá estar en la zona superior de la habitación, mientras que la entrada siempre deberá ser por la zona inferior, de esta forma estaremos creando una corriente natural de aire que recorrerá la sala.

Los componentes de un sistema de ventilación pueden ser montados de dos formas (dependiendo del tipo de reflector utilizado):

Con reflector no-ventilado: Colocamos el filtro en posición horizontal en la zona superior, le juntamos el tubo flexible y posteriormente juntamos el extractor al otro extremo del tubo. Hecho esto sólo quedará añadir más tubo en el lado opuesto del extractor, hasta la salida de aire (ventana).

Ejemplo de diagrama:

sistema extraccion para primer cultivo

Filtro > Tubo > Reflector > Tubo > Extractor > Tubo > Ventana

Con reflector ventilado: El sistema es prácticamente igual que en el caso anterior, simplemente intercalando el reflector entre el filtro y el extractor (dejando alrededor de 1m de tubo a cada lado para poder regular la altura del reflector sin necesidad de mover el resto del conjunto.

Ejemplo de diagrama:

Primer cultivo con reflector cooltube

Filtro > Tubo > Reflector > Tubo > Extractor > Tubo > Ventana

* Recomendamos leer la comparativa de reflectores para cultivo para elegir el reflector que mejor se adapte a las características de nuestro cultivo indoor.

* Un buen consejo para el montaje de los tubos de extracción es colocarlos en la posición más recta posible (los ángulos y curvas en el circuito, reducen la capacidad del extractor de extraer el aire.

* Junto con un buen sistema de renovación del aire, también es recomendable utilizar ventiladores para mover el aire dentro del cultivo.

Abonos para cultivo

El cannabis es una planta que consume abundantes recursos durante su ciclo de vida. Ya sea utilizando una tierra poco abonada, o una tierra muy abonada, si las plantas están en macetas, tarde o temprano consumirán todos los nutrientes a su disposición. Conocedores de esta problemática, si queremos obtener unos rendimientos por cosecha óptimos, deberemos utilizar, como mínimo, un abono de crecimiento y un abono de floración. Si hablamos de elementos esenciales, éstos abonos son lo único que precisamos, pero si nos interesa obtener mejores resultados, es recomendable añadir un estimulador de raíces (durante el crecimiento) y un estimulador de cogollos (durante la floración). El uso de estimuladores acelera los procesos de la planta, reduciendo los días de crecimiento (en estado vegetativo) y aumentando la producción de flores (en fase de floración).

Hoy en día existen múltiples marcas de fertilizantes que ofrecen productos para la alimentación de plantas, en interior y en exterior. Lo más común es que cada marca ofrezca dos gamas de nutrientes diferenciadas por el origen de la composición: Biológicos y minerales (químicos).
Desde SantYerbasi nos gusta recomendar aquellos productos de origen orgánico (biológicos) por la calidad del producto final, si bien es cierto que se puede obtener una cosecha de muy buena calidad con los minerales (que precisarán de un lavado más longevo para deshacerse de los nutrientes utilizados durante el cultivo).

Fases de un ciclo de cultivo completo

El cultivo de plantas en interior consta de tres grandes fases, repartidas en dos fotoperiodos (horas de luz / horas de oscuridad):

Fase de crecimiento: Una vez germinadas las semillas, y colocadas en macetas bajo la lámpara (a 18h de luz / 6 de oscuridad) las plantas empiezan su fase de crecimiento. Durante esta fase vegetativa las plantas se desarrollarán, para llegar al tamaño necesario antes de inducirlas a floración. Si la evolución es la correcta, suelen ser necesarias 3-4 semanas bajo este régimen lumínico antes de cambiar el fotoperiodo (tiempo en el que alcanzarán unos 30-35 cm de altura según variedad).

Fase de Floración 1: Llegados a la altura deseada deberemos cambiar el fotoperiodo de luz para inducir las plantas a floración. Esto se suele hacer utilizando un temporizador y ajustándolo para que las plantas perciban 12 horas de luz / 12 horas de oscuridad. Este punto suele ser de vital importancia en el desarrollo de las plantas, ya que en el periodo de adaptación al nuevo horario (proceso que suele tardar entre 10 y 15 días) estirarán la distancia entre sus nudos (llegando a duplicar o triplicar la altura del momento en que cambiamos el fotoperiodo). En esta primera fase a 12 horas, los requerimientos nutricionales de las plantas se basan en el uso de abono de crecimiento (aún y estar en periodo de floración, las plantas sólo precisan de abono de crecimiento, ya que todavía no han empezado a florecer).

Fase de floración 2: Transcurridas las dos primeras semanas (en variedades 100% sativa puede alargarse a 3-4 semanas), las plantas ya se han adaptado al nuevo fotoperiodo y empiezan a aparecer los primeros pistilos, dando muestra del inicio de la floración. A partir de este momento deberemos reducir la dosis de abono de crecimiento (paulativamente hasta dejar de añadirlo a la mezcla), y empezar a utilizar el abono de floración y estimulador de floración (también empezando por una dosis baja, que deberá subirse gradualmente de forma semanal).

Si el desarrollo de nuestras plantas de marihuana es el correcto, las semanas irán pasando y las plantas irán llenando sus ramas de cogollos, que veremos madurar hasta llegar a su esplendor, la cosecha.

* Recomendamos leer el artículo sobre cómo podar la marihuana en la fase de floración para mejorar el rendimiento de nuestro jardín.

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