Cómo ahorrar agua en el cultivo de marihuana es una de las preguntas que suelen hacernos nuestros clientes, preocupados por el gran consumo de agua que tienen sus plantas, especialmente aquellas cultivadas en exterior, con gran tamaño. El agua es un bien escaso en nuestro planeta y por ello es buena idea intentar contener el consumo dentro de nuestras posibilidades como cultivadores.
El consumo de agua en el cultivo
Las plantas de cannabis precisan de agua para su desarrollo, como cualquier otro ser vivo en nuestro planeta. Si hablamos del consumo de agua de una planta de marihuana es bueno especificar que este consumo depende de varios factores:
- Tamaño de la planta.
- Temperatura del aire.
- Temperatura del agua.
- Radiación solar.
- Humedad Relativa del aire.
- Velocidad del viento.
Como es lógico el tamaño de las plantas tiene una relación directa con su necesidad hídrica (a mayor sea el tamaño de la planta más agua necesitará para desarrollarse correctamente).
A su vez el sol también juega un papel muy importante, ya que aquellas plantas sometidas a altas temperaturas tenderán a deshidratarse más rápidamente. De esta forma podemos afirmar que aquellas plantas con un régimen diario de muchas horas de sol también precisarán de más agua que aquellas que perciben menos horas de sol al día.
¿Cómo ahorrar agua en el cultivo?
Sabemos que el agua es un elemento esencial para la supervivencia de nuestras plantas, pero si hablamos de ahorro en el consumo lo que pretendemos no es reducir la cantidad de agua que necesiten las plantas, si no utilizarla de una forma más eficiente. Por eficiente se entiende que la cantidad de agua utilizada, sea lo mejor aprovechada posible, y que no se desperdicie nada. Para ello una de las mejores formas es realizar los riegos necesarios a primera hora del día o a última hora.
Eficiencia en el uso del agua
Como hemos comentado hay factores que no podemos controlar, tales como el tamaño de las plantas, o las horas de sol que perciben, pero lo que sí podemos hacer para mejorar el buen uso del agua utilizada es minimizar (en la medida de lo posible) las posibles pérdidas de agua.
Evaporación: La evaporación del agua surge cuando se realizan riegos en momentos del día en que las temperaturas son muy altas (entre 11am y 4pm), y el sustrato está especialmente caliente. Si queremos evitar la evaporación del agua una gran solución es realizar el riego de las plantas a primera hora del día, o a última (a partir de las 8pm).
Para evitar la evaporación del agua es recomendable regar a partir de las 8pm.
Otra gran solución, muy utilizada por jardineros de todo el mundo, especialmente en zonas muy cálidas, o áridas, es cubrir el sustrato con una capa que ayude a prevenir del impacto directo del sol en él. Esto puede ser hecho utilizando perlita, o cualquier otro material que cubra la superficie del sustrato, y ejerza de aislante térmico. Algunos granjeros utilizan lonas para cubrir el sustrato, aunque si cultivamos en macetas es mejor, y más sencillo, cubrir la superficie tal y como hemos explicado, o plantando hierbas que ayuden a crear sombra sobre el sustrato.
Material del contenedor: En exterior, especialmente entre cultivadores en terrazas, es común utilizar macetas de plástico. Debido al impacto del sol sobre ellas, este material suele calentarse bastante, así que no es de extrañar que en la mayoría de los casos se utilice un plástico de color blanco, que atrae menos la luz solar que aquellos de color más oscuro o negro. Aún y así, el consumo de agua en estos contenedores suele ser superior que en otros existentes, debido al impacto de dicha luz solar. Como en este post estamos hablando sobre eficiencia y sostenibilidad en el uso del agua, no podemos dejar de recomendar el uso de otros materiales distintos al plástico para ser utilizados en exterior. Hoy en día encontramos dos materiales mucho más aislantes térmicamente que el plástico, como son las macetas geotextil o las fabricadas en macetas porexpan. Si utilizamos este tipo de macetas, no es de extrañar que con un mismo tamaño de planta, el consumo hídrico se reduzca hasta un 20% en plantas adultas (1 litro menos al día).
Temperatura del suelo: También en cultivos en terraza, o en lugares dónde el suelo es muy caliente, éste suele ser causante de gran parte de la deshidratación de las plantas. Al estar el suelo caliente, este calor se transmite a la maceta, y ésta lo transmite a la tierra húmeda que promueve la evaporación (en este caso incluso se obtiene un doble beneficio ya que este mismo calor genera un efecto cocción sobre las raíces que las debilita, pudiendo causar enfermedades en la planta). Una buena forma de lograr una menor deshidratación de las plantas es levantar las macetas del suelo con algún material aislante (el porexpan utilizado para proteger aparatos electrónicos es una buena herramienta). No es de extrañar que en terrazas dónde el suelo está caliente, las plantas puedan llegar a consumir un 20% más de agua (agua que se evaporará en su totalidad), siendo un total desperdicio de este bien escaso.
Coberturas para sombreo: Esta opción es muy común en zonas especialmente calurosas, con una intensidad de sol elevada, como pueden ser las zonas desérticas. Las mallas de sombreo, reducen el impacto de sol sobre las plantas, lo que ayudará a que soporten fuertes temperaturas gracias a la retención solar que aporta la malla. Es una estructura ligera, resistente y no excesivamente cara, que puede llegar a reducir la evaporación en un 80%. Cabe destacar que esta opción también puede ser de ayuda para evitar que nuestras plantas sean vistas desde helicópteros, lo que mejora mucho la discreción y la seguridad del jardín. Por contra, si instalamos estas mallas en zonas dónde no son estrictamente necesarias, puede que percibamos una reducción de la producción debido a la reducción de la cantidad de sol recibida.
Productos para ahorrar agua
Existen muchos estudios que relacionan el uso de ciertos productos con el ahorro del agua. Algunos de ellos se han utilizado en zonas de secano, para lograr que las plantas soporten mejor periodos de escasez de agua. En otros casos, dónde el agua no es un problema, se utilizan para que la planta tenga un consumo más eficiente.
Entre este tipo de productos está el ácido húmico o los hongos micorriza, que no sólo mejoran la eficiencia hídrica de las plantas, si no que además aportan un beneficio extra en el cultivo.
Como ya hemos comentado, el uso de mallas de sombreo, macetas de geotextil o de porexpan, también reducen las necesidades hídricas de las plantas sin menguar la producción (incluso llegando a mejorarla).
Consejos para un riego eficiente de las plantas:
Cómo y cuando realizamos los riegos a nuestras plantas de cannabis también es un factor muy a tener en cuenta cuando valoramos el consumo eficiente. De nada sirve preocuparse con todo lo descrito hasta ahora y luego utilizar el doble o el triple del agua necesaria en cada riego.
En otro artículo hablábamos sobre cómo regar las plantas de marihuana (recomendamos su lectura), pero hoy entraremos a hablar más del cuando y cuanto regar.
Cuando: Toda planta cultivada en tierra, o en fibra de coco, debe ser hidratada humedeciendo todo el sustrato, y una vez hecho dejar transcurrir el tiempo que sea necesario hasta que el sustrato esté seco. Tanto puede ser que tarden 24 horas como 5-6 días, todo depende del tamaño de la planta, del tamaño de la maceta en la que esté, de la temperatura ambiente...
Cuanto: Se suele decir que hay que regar las plantas hasta que veamos que empiezan a perder agua por los agujeros inferiores de la maceta. Si bien esto puede ser utilizado como indicativo, si lo que queremos es un riego eficiente (y por tanto no desperdiciar agua) hay que intentar conocer la cantidad máxima de agua que la maceta que estemos utilizando pueda retener. La cantidad exacta se averigua realizando riegos cortos, uno tras otro, hasta llegar a la cantidad total de agua necesaria. Dicho esto, es importante destacar que, especialmente para aquellos con menos experiencia, un sustrato esponjoso es capaz de retener el agua fácilmente, mientras que un sustrato muy seco expulsará el agua rápidamente sin absorberla. En casos dónde el sustrato está tan seco que no retiene agua, la fórmula para re-humedecerlo es realizando riegos con muy poca cantidad de agua, con un espacio entre riegos de 3-4 minutos, tiempo en el cual la tierra podrá absorber esa pequeña cantidad y poco a poco volver a hidratarse.
Otro fórmula más eficiente en el uso de agua son los sistemas hidropónicos. Los cultivos en hidroponía disponen de un circuito cerrado de agua que está en circulación constante y un depósito por el que pasa, y se almacena, toda ese agua. Al utilizar el mismo agua durante una o incluso dos semanas, no existen pérdidas. Este tipo de sistemas tienen otras ventajas que no detallaremos hoy aquí pero que los hacen muy interesantes en múltiples aspectos.
Sistema aeropónico
*En cultivos con tierra, o fibra de coco, utilizando el riego por inundación, también se optimizan mucho estos parámetros ya que las plantas disponen de toda el agua utilizada para su riego.
Equipos de filtración de agua
En el mercado existen múltiples equipos para la filtración del agua. Estos equipos utilizan filtros y membranas, por las que se hace circular el agua, para retener partículas y minerales que ésta contiene, y así lograr un agua desmineralizada (EC=0). Si bien el uso de este tipo de agua mejora mucho la cantidad y calidad de los frutos, es cierto que este tipo de equipos desechan parte del agua utilizada para lograr agua de calidad apropiada.
*Incluímos este punto ya que nos parece importante mencionar, en un artículo que habla sobre eficiencia en el uso del agua, que no todos los filtros de osmosis del mercado rechazan la misma cantidad de agua. En SantYerbasi disponemos de un filtro de osmosis económico que tiene una relación de 4:1 (4 litros desechados por cada litro de agua buena producida), y también los filtros de osmosis Growmax Water con una relación 2:1 (2 litros de agua desechada por cada litro de agua osmotizada). Si bien el precio de estos últimos es más alto, el buen uso del agua hace que a corto plazo el coste extra esté amortizado. Además, su mayor producción por día, hace mucho más cómo su uso ya que no debemos esperar largas horas para obtener el agua necesaria.
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